Cuando dos cerebros sobrecargados deciden cortar la señal

Ella viene del sector del lujo, él del sector tecnológico.
Ella controla la imagen, él controla el producto.

Construyeron marcas y empresas, lanzaron ideas y aprendieron a lanzarse sin esperar siempre luz verde.

Un día, en una sala de conferencias de la Sorbona, Kathia observa algo que la impacta profundamente: ya nadie mira a nadie. Los teléfonos han colonizado las mentes, incluso durante sus clases de creatividad.

Unos meses después, llamó a Baptiste. Decidieron intentarlo juntos.

Crea un objeto simple. Radical. Práctico. Para forzar una pausa. Para devolver espacio.

Un bolso diseñado hasta el más mínimo detalle para que los teléfonos permanezcan en su lugar: fuera de tus manos, durante las clases.

Disconnecto no es solo un producto. Es una acción. Una postura. Una misión.

Y esto es sólo el comienzo.

Diseñamos otros equipos para comunidades, pero también objetos para individuos. Objetos que permiten a las personas desconectar sin castigarlas , aislarse sin excluirlas y, sobre todo, recuperar su autonomía .

Porque desconectar no se trata de privarse: se trata de tomar una decisión.